DAVID G. TORRES

El dit a l’ull

en Bonart, núm. 144, octubre 2011

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“El dit a l’ull” fue el tema del final del verano. Por si no teníamos suficiente con las noticias sobre la dichosa crisis que parece que quiere acabar con todos nosotros, va Mourinho primero le mete el dedo en el ojo a Tito Vilanova, para luego no sólo no pedir disculpas (que si el calentón del momento, por ejemplo) sino hacerse el olvidadizo y sumar más desprecio. Pero no voy a escribir de ese dedo en el ojo, aunque no sólo por pasión culé, también futbolera, no pueda dejar de pensar que es un episodio lamentable, que el fútbol muestra ejemplos de vida y que ese es un mal ejemplo alejadísimo de aquellas declaraciones de Albert Camus en las que afirmaba que todo lo que sabía de moral y de obligaciones del hombre se lo debía al futbol. No, hablare de otro dedo en el ojo.

ELDITAL’ULL es una pequeña editorial de obra gráfica que en 2010, cuando la crisis ya arreciaba y pensábamos que Santiago Niño Becerra exageraba (ahora ya no lo tenemos tan claro, es decir, lo tenemos oscuro), pusieron en marcha un grabador y litógrafo y dos artistas: Alain Chardon, Rafael G. Bianchi y Regina Giménez. Vaya por delante que me unen múltiples lazos con el proyecto, entre ellos una auténtica admiración y profunda amistad con los dos últimos sobre la que podría aplicar la máxima de Albert Camus. Desde su puesta en marcha han elaborado dos libros de artista en litografía. “La casa de la playa”, fue el primero, y “Flags”, el segundo. A pesar de ser de copias limitadas están pensados como libros de colorear para niños. Por ello ya están trabajando para hacer una edición facsímil de cada uno. Esa es su peculiaridad, que por un lado son un libro exclusivo y de artista y por otro está destinado al público infantil. Una doble intención que no sólo está en la forma editorial que toman los proyectos, también en sus contenidos. “La casa de la playa” reproduce los interiores de una supuesta casa de veraneo llena de referencias a otros artistas y diseñadores para algunos de los cuales la parte lúdica ha sido fundamental. Y “Flags” son una serie de banderas sin pintar, en las que se mezclan las de países con otras de señalización, y así recogen una tradición Dada y una de sus intenciones en los Manifestos: acabar con las banderas de los países y cagarse en colores sobre ellas.

Pero no se acaban ahí sus actividades. También han convocado una beca. Una beca sin dinero. No hay que olvidar que ELDITAL’ULL es una pequeña editorial independiente, de unos individuos con iniciativa que frente a la crisis sólo se les ocurre seguir haciendo cosas. Así la beca es un auténtico ejercicio de generosidad que, más allá del dinero, implica poner a disposición de los seleccionados todo el estudio para la realización de un proyecto de obra gráfica. Una única condición: llegar a un acuerdo para su edición y comercialización. En fin, que ELDITAL’ULL abre además su espacio a colaborar con otros artistas.

Colaborar y tener iniciativa. Volviendo a las noticias de este verano pasado, entre tanta crisis también hay buenas noticias, optimistas, hay otras maneras de meter el dedo en el ojo. Quizá demostrando que frente a instituciones paralizadas porque no ven como pensar más allá de proyectos megalómanos (megalíticos), la iniciativa privada resiste.


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