DAVID G. TORRES

Entrevista a Daniel Chust Peters

en Butlletí, Centre d’Art Santa Mónica, Barcelona, febrero 2005

Versión para imprimir de este documento Enviar la referencia de este documento por email title=

Daniel Chust Peters (São Paulo, 1965) lleva catorce años reproduciendo su taller de distintas formas. Para el Centre d’Art Santa Mònica, ha utilizado la misma cantidad de dinero en metálico que la institución destina a la producción de la obra para reproducir el taller tres veces en billetes de 5 euros. Además, en Airshow desglosa su método de trabajo como una declaración de intenciones (1. Tengo una idea, reproduzco mi taller; 2. No tengo ninguna idea, reproduzco mi taller; y 3. Tengo otra idea, reproduzco mi taller).

Llevas muchos años reproduciendo tu taller de distintas maneras: ¿no estás cansado de hacersiempre lo mismo?

Sí, pero qué le voy a hacer. Hace catorce años, decidí que iba a reproducir mi taller y ya no recuerdo por qué. El caso es que me marqué unas pautas y ahora tal vez sólo lo hago por inercia. Simplemente, ya no me lo planteo, es una solución práctica. Lo que he conseguido es quitarme de encima la decisión de qué hacer.

No tienes que pensar mucho...

Aunque sea monotemático reproducir siempre el taller, los resultados son siempre distintos: el taller se ha convertido en un invernadero, una pequeña pieza de joyería, un desplegable, una casa de muñecas, un parque infantil... No son maquetas, son reproducciones del taller en distintos formatos, con distintos planteamientos en cada ocasión. Se trata de reinventar un mismo territorio continuamente. Cada reproducción exige el cálculo de la escala adecuada, diseñar los detalles, los elementos que lo componen, cómo resolverlos técnicamente…
Los dolores de cabeza vienen de pensar qué presupuesto hay, con quién tengo que hablar, si es una institución pública o una asociación, el calendario, ese tipo de cosas.

Pero en Airshow, ese mismo dolor de cabeza se ha convertido en la pieza

Es verdad, tenía 12.000 euros de producción, menos el tanto por ciento que le corresponde a Hacienda, y están ahí, en billetes de 5 euros, dobladitos de tal forma que quedan encajados unos con otros, y así se construyen las paredes, ventanas, puertas y tejados de las tres reproducciones del taller.
Cada vez que he hecho una exposición, enseguida han entrado en juego los presupuestos; siempre aparecen los proveedores y demás. En este caso, tratándose además de una institución publica, quería repensarlo, eliminar a los intermediarios por completo. Y sin embargo, ha habido un recorte en el presupuesto que no se habría dado en el caso de haber utilizado dos o más proveedores. El límite de la Administración a la hora de entregar dinero líquido a un artista es lo que ha definido las dimensiones de la obra, del mismo modo que la burocracia ha definido el tiempo de su realización.

Dices que has buscado una forma de no hacer nada, pero sí haces: juegas con el dinero que se dedica a la producción en el mundo del arte.

Eso sí, horas de trabajo aplicadas sistemáticamente a mi taller. Horas en las que me lo he pasado muy bien, construyendo las tres reproducciones. Aunque considero que lo que hemos hecho con el dinero destinado a la producción en arte no es un juego. El proyecto ha generado otros efectos que también forman parte del método de trabajo: cómo reducir o prácticamente suprimir la burocracia de la administración pública para crear una obra de arte. Es ahí donde aparece el lado poético que buscaba.

Entonces, ¿crees que tu proyecto prima al individuo y en concreto al artista, frente a la institución/Administración, que muchas veces prioriza a un montón de profesionales?

La institución es un organismo complejo y abstracto, pero no tiene que perder su función principal: facilitar la visibilidad y la palabra de individuos o grupos de personas que hacen arte.

Aquí, al reproducir el taller, insistes en el papel del artista y el dinero que recibe. Pero en otras ocasiones y en el futuro, bien podrías reproducir otra cosa, ¿no?

No me tientes. No sólo podría reproducir otra cosa, sino también dejar de reproducir nada y hacer otra cosa. Pero, como he dicho antes, ya no me lo planteo y todas las “brillantes” ideas que me pasan por la cabeza ya las han hecho otros.
Creo que el arte es uno de los pocos territorios del conocimiento en el que pueden tomarforma actitudes obsesivas, ausentes, mínimas, lentas, negativas…
En mi taller no hago nada más que la reproducción de mi propio taller y así desde hace muchos años. Es una actitud estúpida y ridícula que desarrollo a partir de un método de trabajo disciplinado. Yo haría otras cosas, pero resulta que estoy obligado por la primera frase, por la idea que tuve y que ya no recuerdo.
En cierto modo, el método de trabajo describe un proceso: la primera frase de ese método alude al hecho de tener una idea; la segunda, habla en realidad de la voluntad de hacer, o la inercia, hacer sin pensar qué haces; y la tercera implica una autocensura, me impide hacer otra cosa.

De todas formas y aunque ya no te acuerdes del porqué, supongo que el hecho de que sea el taller es importante.

Es esencial. Primero: es el espacio donde voy todos los días y en el que paso de seis a ocho horas trabajando. Segundo: ese espacio es el taller porque le asigno esta función, he estado en lugares que antes habían sido, por ejemplo, un taller donde confeccionaban cuerdas, otro, un estudio de grabación, otro un almacén, pero que en algún momento se han convertido en mi taller. Y tercero, la idea del taller ha recorrido la historia del arte: por un lado, están todas esas series de imágenes de los artistas en sus talleres, por otro, la propia industria cultural ha llevado a cabo la reconstrucción contemporánea de talleres de artistas históricos en los museos, etc. Ahora, con la movilidad y las tecnologías, el taller ha tomado nuevas formas. En todas sus variantes, creo que es un lugar de identificación del artista. Todas esas fotos y talleres reproducidos ejercen una especie de fascinación y muchas veces sirven para hablar de la obra de un artista más que la propia obra.
De hecho, es un lugar de trabajo y se define como el lugar de trabajo del artista, del mismo modo que un despacho define el lugar de trabajo del banquero, el plató el de una productora o el quirófano el de un cirujano.
Ahora, mi taller es un espacio arquitectónico, en la calle Massens 41 de Barcelona, pero en el futuro, mi taller podría ser el banco de un jardín, el portátil o la habitación de un hotel.

Entonces, tu obra trata del propio arte, ¿es l’art sur l’art?

Es un concepto que me encanta como idea, pero no como doctrina. Algunos artistas que quieren superar decididamente el contexto del arte y son verdaderamente eficaces en otros campos, dejan de hacer arte para dedicarse a esa otra cosa. De lo contrario, puede producirse una especie de esquizofrenia crónica: hacer arte no queriendo hacerlo, pero tampoco haciendo efectivamente esa otra cosa.
Aunque haga de mi taller un espacio lúdico para niños, como hice en 1998, y con ello pudiese incidir en temas como el juego, la infancia, el hábitat, lo público y lo privado o qué sé yo, se trataba mi taller y lo hacía en un contexto de arte. Supongamos que hubiese hecho lo mismo a través de una empresa que fabrica espacios lúdicos y lo hubiese comercializado fuera del sector artístico, sería un espacio lúdico que existe en cualquier parque público.

En los títulos de tus obras siempre está la palabra “air”: ¿por qué? y ¿por qué, en este caso, Airshow? ¿Es una exposición sobre el aire, una exposición vacía?

Desde que dejé la facultad de Bellas Artes de Barcelona, me he lanzado al vacío, y Airshow es una exposición más que constata esa caída milimétrica.
Air liquid, Aire acondicionado, Air system, Air Wick… los títulos son otra limitación que me he impuesto, colecciono nombres, marcas o frases cortas donde aparezca la palabra aire. No para representarlas materialmente. Las dejo tal como vienen, o sea, palabras que transmiten infinidad de imágenes y formas mentales maravillosas y tranquilizadoras. Así, al final, los títulos son la parte más escultórica de mi obra.

¿Cual es tu próximo proyecto?

Para el próximo proyecto aún no tengo ninguna idea


Creative Commons License

Espacio privado | SPIP