CABANNE, Pierre, Conversaciones con Marcel Duchamp, Ed. Anagrama, Serie Informal, Barcelona, 1984
Un libro de conversaciones no es exactamente un libro de teorÃa y apenas un libro de crÃtica. Sin embargo, si nos libramos del mito y la obsesión Marcel Duchamp, puede ser que en el veamos más problemas, más teorÃa y crÃtica, que en muchos manuales sesudos. Lo poco sesudas y la agilidad con que se leen es lo primero que me interesó: porque de alguna manera ejemplifican el hecho de que para hablar de arte contemporáneo y de cuestiones complejas en arte no hace falta ser ilegible; que lo complejo y lo simple no están reñidos y que en demasiadas ocasiones los discursos difÃciles son sólo un disfraz que tapa la obviedad mayúscula. Más tarde, mi interés se centraba en lo que decÃa Pierre Cabanne. En cómo intentaba encerrar a Marcel Duchamp, en cómo intentaba llevarle hasta las cuerdas para que dijese aquello que esperábamos oÃr, y en cómo el artista al final se escurrÃa como un contorsionista. Leyendo a Cabanne y viendo el toreo de Duchamp recibimos una buena dosis de humildad que sirve para resituar nuestra posición como crÃticos. Primero, evita la tentación de caer en el divismo. Y segundo, porque unas conversaciones tampoco son exactamente unas entrevistas. En ellas se establece una relación horizontal, no vertical, no de poder, sino de diálogo, de colaboración. En estos tiempos en los que es necesario un verdadero compromiso con el propio trabajo y con el arte, en un sentido casi polÃtico, conversar es estar del mismo bando.