És el márqueting/No és el màrqueting

http://www.bonart.cat/actual/es-el-marquetingno-es-el-marqueting/

La inundación de marketing previo a la inauguración de la exposición "Art, dos punts" fue tal que era imposible que no condicionase la visita. La campaña anunciaba que el arte contemporáneo había llegado a Barcelona. Se insistió en ello mediáticamente como el gran qué que nos llamaba a visitar el MACBA. Y nos cogió con el pie cambiado: ¿entonces a qué se había dedicado hasta ahora el MACBA? ¿qué hacíamos antes en la ciudad los que trabajamos en arte contemporáneo? y ¿qué hacemos ahora? A lo mejor se referían a que muchos profesionales del arte no podemos vivir de ello, lo cual es cierto, y de ahí el slogan "viu l’art contemporani" anunciando que tal vez ahora podremos.

¿De qué va la exposición? De que hay dos exposiciones ¿De qué van las dos exposiciones? De que hay dos colecciones ¿De que van las colecciones? De arte contemporáneo. Efectivamente, los que desde departamentos de marketing piensan títulos de exposiciones y organizan actividades participativas en la web, que se dedican a hacer preguntas en las redes sociales para un nivel intelectual de P4 (olvidando que las redes sociales no sólo las usan idiotas sino que hasta han servido de vehículo revolucionario), tal vez no saben que los museos de arte contemporáneo se dedican a organizar actividades, entre ellas exposiciones, de y sobre arte contemporáneo. Así que no basta con decir que una exposición es de arte contemporáneo, de la misma manera que una exposición o una colección no son simplemente una suma de artefactos que llamamos de arte contemporáneo. Hay que explicar algo: ¿qué?

¿Qué?: es la pregunta que se hacía y que me hacía Mai Abu ElDahab, comisaria egipcia instalada en Bruselas, con la que visité la exposición en el MACBA. Dos puntos, es decir, dos sedes, en las que hay dos colecciones era la respuesta: ¿y? ¿qué mas? Se preguntaba por el qué de la exposición en una ciudad cargada de turistas, por la que se hace difícil avanzar en las calles del centro pero que en la que no hay que hacer colas para entrar en su museo. Todos visitamos ciudades y vamos a museos ¿por qué los visitamos? ¿qué nos llama a ver una exposición y no otra? ¿por qué hacemos colas para entrar a visitar un museo? Un motivo puede ser el relato que se proponga. Manuel Borja-Villel fue un especialista en definir un relato llamativo para el MACBA: básicamente, que el MOMA mentía, que nos habían mentido siempre explicando una historia que no era así. Y ¿qué es lo que explica ahora el MACBA? Tal vez que los artistas catalanes también son interesantes. Es insistente el deseo de justificación a lo largo de las salas, como si un complejo de culpa atenazase a alguien en el museo consciente de que hay una idea instalada en la ciudad (que, por cierto, beneficia a muchos) de que lo que sucede en el MACBA no tiene que ver con el contexto de Barcelona. Mi amiga comisaria me preguntaba que de donde salía el interés en meter con calzador y en intentar justificar la inclusión en cada sala de una cuota local. Ella pensaba que el arte de Barcelona era tan interesante como el de cualquier otro contexto, pero vista esa paranoia justificativa, empezó a ponerlo en duda.

El relato del contra-MOMA o del MOMA mentiroso que proponía Manuel Borja-Villel era muy útil. Visitar el MOMA es pasearse por la páginas de un libro de historia del arte del siglo XX, así que discutirlo implicaba usar el mismo libro de historia del arte. Aunque fuese para negarlo, pero en el listado también salían Pollock o Picasso. A pesar de la polémica sobre el populismo de Dalí que este verano ha levantado Borja-Villel en la revista del Reina Sofía, ahora desde el gran museo que dirige en Madrid ya no necesita desarrollar ese discurso anti-MOMA para resultar llamativo. Ahora no sólo está Dalí, sobre todo tiene "El Guernica". Sólo este cuadro provoca colas en el museo. ¿Qué es lo que hay que ver o qué obras son las significativas en "Art, dos punts"? Desde luego no serán los retratos de barceloneses en los primeros noventa de Craigie Horsfield, aunque han sido las imágenes que han utilizado todos los medios para hablar de la exposición en el MACBA. Más bien, puede serlo la instalación inamovible de Joseph Beuys "Espai de Dolor" o la caverna de Platón de Mike Kelley. Pero estas dos instalaciones están en la exposición de CaixaForum. Ahí el relato es otro y está bien claro: los años ochenta y los noventa del siglo pasado. Es el relato sobre el que la colección de La Caixa siempre ha trabajado y del que, más allá de fusiones, no se aparta.

En el fondo no andaban tan equivocados los de marketing con el título. Una exposición requiere dos puntos: ideas y obras. Quizás, el problema no es que el marketing inunde las ideas de los museos. El problema es que el museo no les ofrezca ideas fuertes que o les frenen o simplemente les hagan trabajar de manera que no se note. Porque si no hay esas ideas, algún título hay que poner.