DAVID G. TORRES

Alfredo Costa Monteiro

en Lápiz, 138, Madrid, diciembre 1997

Versión para imprimir de este documento Enviar la referencia de este documento por email title=

Espai 22A (Barcelona)

Alfredo Costa Monteiro ha entrelazado sus distintas actividades, músico, poeta y artista, en las obras de la presente muestra. Su trabajo es pluridisciplinar y tecnológico. Pero ahi es donde más sorprende: deshace la nueva asociación entre pluridisciplinariedad y "high-tech" optando por el uso de baja tecnología, "low-tech". En los tiempos del dominio de los "superordenadores", Alfredo Costa Monteiro exhibe grabadoras, "walkman", cintas magnetofónicas, textos, pequeños altavoces y cables. Sus obras entroncan con John Cage y también muestra intereses comunes con el músico y artista barcelonés Oscar Abril Ascaso.

El crecimiento vertiginoso de nuevas tecnologías ha puesto a prueba nuestra capacidad para asimilarlas, dejándonos en una situación de perplejidad; intuímos que su desarrollo puede ser fundamental en el futuro del arte. Ahora bien, su utilización no siempre está justificada y en muchas ocasiones parece tratarse de manifestaciones que exhiben todo aquello que con mucho dinero y un gran ordenador puede hacerse. Como si de un paradigma científico se tratase, la supertecnología desarma los criterios convirtiendo su juicio en una cuestión de fe. Fe en el progreso y en las obras muy "modernas". La "low-tech" provoca que nos planteemos algunas objeciones sobre el uso de alta tecnología en arte. El trabajo de Alfredo Costa Monteiro no implica una objeción porque sí, sino la constatación de que cada obra precisa sus medios y que la "high-tech" no es una garantía de calidad.

Austeridad tecnológica y economía de medios: precisamente es la simplicidad de las piezas de esta exposición lo que les otorga toda su fuerza y calidad. Una simplicidad que abarca hasta sus títulos: antes de poner un escueto "sin título" que ya es una forma de nombrar, el artista ha optado por designarlas sólo con las iniciales de los materiales utilizados; así c.a.w. es cable, altavoz y "walkman". C.a.w. es la instalación central de la sala: desde una serie de "walkman" apoyados en el suelo, parten cables que se enroscan y trenzan entre sí hasta el techo, para deshacerse y dejarse caer al peso de diferentes altavoces de los que se oye el ruido de una fuente de agua; los "walkman" que son fuente de sonido, los cables que forman una fuente y el ruido de una fuente de agua. Afredo Costa Monteiro adopta soluciones en las que la obra se cierra sobre sí misma en una autorreferencialidad minimalista. Sin embargo, desde ese hermetismo su obra provoca contactos íntimos y sutiles con el espectador u otros más evidentes pero igual de elementales –dos cables pelados que al unirlos activan dos altavoces situados a la altura de las orejas. Esa pluridisciplinariedad hermética y sutil, que es el punto fuerte de estas obras, tan sólo se pierde en la instalación hecha de frases impresas en hojas de papel y distribuidas aleatoriamente por una esquina de la galería. Los referentes de la página blanca en Mallarmé o de la imposibilidad del lenguaje en Beckett están presentes, pero la comparación es demasiado fuerte y más que al vacío elemental y austero que nos conduce con otras obras, nos lleva a un vacío más obvio y menos elevado.

La extrema simplicidad de Alfredo Costa Monteiro huye de cualquier espectacularidad. Sin embargo, a lo que no renuncia es a la teatralidad y lo escenográfico. Una pequeña pieza que asemeja un palco domina sutil e imperceptiblemente todo el espacio y vuelve a cerrar la exposición sobre sí misma, incidiendo sobre su carácter autorreferencial e íntimo. La teatralización del espacio expositivo es totalmente consciente, pero, evidentemente, no se trata de una escenografía barroca y grandilocuente, sino que hace gala de una consideración muy medida del espacio. En definitiva, no sacrifica el valor formal de la obra por su valor conceptual. Alfredo Costa Monteiro salva la aparente contradicción entre la pluridisciplinariedad "low-tech" y experimental de su trabajo y una actividad más formalista, de escultor del espacio y el sonido. Sus obras estan trabajadas de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro.


Creative Commons License

Espacio privado | SPIP