2006
ARTIUM
Hector Ortuño
¿Qué es lo que haces?
Pues no sabría muy bien que responder... Te diría que pintar pero quizá queda un poco escueto.
¿Qué hago? Estoy en el mundo, trato de mirar, de comprender y de dejar de comprender.
En el trabajo que realizo me centro en temas relacionados con la arquitectura y el espacio. Y creo que eso tiene que ver con ese estar en el mundo: me ayuda a relacionarme con el espacio de otra forma.
Bueno pero decir que pintas es quizá ya una declaración de principios, ¿o no?
Tal y como lo dices suena muy tajante. Cuando acotas un problema, y tomas una decisión, y en este caso se trataría de haber tomado la pintura como material de trabajo, ya estás definiendo unas directrices a seguir y obteniendo unos resultados que con otros medios o estrategias sería diferentes. O por lo menos a simple vista serían diferentes. Al final, supongo que lo que importa es el debate que se establezca entre el espectador y la pieza.
Quizá la auténtica declaración de principios sea la decisión de tantas personas que se dedican, estudian o realizan una actividad creativa, sean artistas, diseñadores o djs, y que intentan labrarse una carrera profesional.
¿Quieres decir que el trabajo en arte (o en otro sector creativo) implica una actitud ante la vida?
El trabajo es algo que ocupa gran parte de nuestro tiempo. Supongo que cualquier trabajo, y ahí incluyo el creativo, nos determina como personas en un grado bastante amplio. Pero, me gustaría pensar que el arte, o cualquier manifestación creativa enriquece muchos aspectos de nuestra vida y no solamente para el creador si no también para el que se aproxima como espectador.
¿Cómo se trasmite eso a tus cuadros? Si es que se trasmite.
En realidad a veces pienso que nada se transmite en un cuadro si no que el cuadro se infecta. No creo en un reflejo intencionado del autor en su obra, si no en una transferencia hasta cierto punto involuntaria de lo que en un primer momento el autor había pensado. Lo que esta claro es que la pintura es un espacio multireferencial que sirve como nexo para aquello que te rodea, porque es donde vuelcas todo aquello que vas recibiendo de fuera y, insisto, a la vez el se produce un proceso inverso en el que espectador infecta la pintura.
Lo que te preguntaba es más sencillo y más complicado a la vez es: ¿cómo crees que se manifiesta todo eso que vuelcas? Pero más concretamente ¿qué es lo que vuelcas? Algo más complejo de ver cuando se trabaja desde un plano cercano a la abstracción, siempre más introspectivo sobre el propio cuadro.
Veo que te gustan las preguntas amplias. Y creo que lo mejor es que empiece explicando cómo trabajo.
En los últimos cuadros noto una presencia más fuerte de lo arquitectónico, del espacio, de una serie de estructuras sobre las que trabajo. Generalmente empiezo trabajando sobre algo que me ha "fascinado", puede ser una imagen de un edificio, una secuencia de una película o un texto. En definitiva con algo que se me queda grabado. De ahí van surgiendo estos "paisajes" y se va desarrollando el cuadro.
Supongo que me interesa la relación con el espectador. Ya desde el propio cuadro, trabajo con formatos que lo abarcan. Sobre todo en estos últimos cuadros he incluido un gran espectro luminoso que intenta crear una sensación de desasosiego. Como si algo que estuviese sucediendo dentro de la pintura, algo inquietante.
Así en la puesta en escena de las obras, es decir, en su exposición, he querido integrar el muro, que las pinturas formen parte del espacio, y he añadido pequeños objetos. Son maquetas de edificios imaginarios apoyados sobre peanas o estanterías que salen de la pared. Lo que he intentado es expandir la pintura a los límites del museo.
Mis preguntas son amplias y no tanto, porque yo hacía una referencia a una supuesta cercanía de tu pintura a la abstracción que has esquivado.
Bueno, no se hacer una distinción clara entre abstracto y figurativo. En estos últimos cuadros, el elemento "paisaje" esta muy presente. En ellos hay estructuras, plazas, torres, fragmentos, cielos. Son cuadros exentos de seres humanos, pero el espectador se mueve dentro de ellos, me gustaría que como vivencia corporal. Aunque en el fondo siempre leo el cuadro como una obra abstracta que se construye por una sucesión y acumulación de degradaciones. Tanto el cielo, como la cornisa del edificio o un pasillo, responden a la misma forma de elaboración, es nuestro cerebro el que lo codifica y le da un significado.
Yo diría que hay un elemento abstracto o incluso un subconsciente abstracto. Y de hecho la arquitectura fue un camino hacia la abstracción durante las vanguardias clásicas. ¿De alguna manera recoges y reactualizas esos referentes?
Las vanguardias siguen teniendo para mi hoy en día un gran influjo. Y de hecho, siempre me ha llamado la atención la visión del mundo, del arte y de la arquitectura del constructivismo ruso. Crear un nuevo mundo para el hombre, distinto y diferente de lo heredado. un mundo basado en la confianza en la tecnología y el utilitarismo. Hoy en día esa visión ha cambiado, la utopía ha fracasado. Aunque el fracaso del utilitarismo se debió a un abuso y poca flexibilidad en su aplicación, hoy podemos encontrar ciertas tendencias de la arquitectura que adquieren un compromiso con los cambios sociales, con el entorno o con el medio ambiente.
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