ENTORNOS PRÓXIMOS
2006


ARTIUM

Fermín Jiménez



¿Qué es lo que haces?
No hago gran cosa. Voy haciendo cosillas precarias e inconexas. Me gustan mucho los artistas que pueden verbalizar rápidamente lo que hacen, pero a mi no me pasa. No se si es malo, bueno o da igual.
Te puedo decir qué hago ahora mismo: busco una comisaría de policía en la que me dejen grabar una cosa para Artium.

¿No lo verbalizas porque es precario? o  a lo mejor decir que es precario es toda una declaración de intenciones.
Son dos cosas diferentes. Por un lado, no lo verbalizo en un sentido narrativo, no lo cuento. Pero todo es verbalizable, hasta De Kooning lo es. Me refiero al tipo de artista que se puede contar lo que hace en un bar y ya funciona. Por ejemplo, yo te cuento que Po Poy quiere falsificar una exposición entera e inaugurarla casi a la vez que la original. En una frase ya te he contado la obra. En fin, supongo que tiene que ver con la tradición del conceptual y todo eso.
Luego está lo de ser precario. Ser precario es ideológico, desde luego. Lo natural es ser precario; y que luego a base de años y de presiones del entorno dejes de serlo. Cuando no estás en un cierto nivel vas a ser cuestionado cada vez que hagas algo cutre, es inevitable.
La batalla del arte contra el aburguesamiento, esa cosa de nuestros bisabuelos, siempre estará medio perdida. Por eso la negación del objeto de lujo siempre estará vigente. Tampoco es que me considere muy luchador en esto. Si lo fuera buscaría otros canales.
Además, trabajar así te da libertad, te permite sorpresas, te permite que haya un hueco entre lo que quieres hacer y lo que haces muy suculento.

¡Es ideológico!
Bueno, en mi caso creo que sí. Pero ser precario puede ser solo ser precario.

Claro, ser precario es ser pobre y si eres pobre es que no has entrado en un juego del arte, las instituciones, el mercado, la producción y el dinero. Y eso puede ocurrir porque se es joven, porque no se quiere entrar o porque no se puede entrar. Así que sólo en el segundo caso es ideológico. Pero, dado el estado de las cosas no creo que sea efectivo hoy en día, en el sentido de resistencia antiburguesa que citabas. Así que: ¿lo eres por necesidad o por deseo expreso? Si es por necesidad estaría bien ver si has hecho de defecto virtud y si anhelas otras condiciones. Y en ambos casos acabamos igual ¿por qué y a qué responde?
Lo soy por deseo expreso. Aunque, creo que lo de ideológico se queda largo. Efectivamente la resistencia antiburguesa no es muy eficaz en este escenario. Dándole vueltas he pensado en valores más específicos de lo cutre.
Lo cutre, lo precario, me interesa porque me gusta lo procesual, las cosas transitorias. Me atrae lo insertado en procesos normales, a la vista, sin acabados solemnes que resultan distantes. Me gusta lo cutre porque, utilizado conscientemente, suele tener que ver con el sentido del humor, con tomarse poco en serio la propia figura de artista.
Me gusta utilizar cosas cercanas y normales y buscarles otro uso, como con las cajas de cartón que aparecen en varias instalaciones anteriores. Podría haber encargado una caja de metacrilato a un especialista −que también podría ser interesante− pero es más divertido coger una furgoneta prestada e ir a buscar cajas de cartón por ahí.
Eso y el error. La alegría de las sorpresas del error, que he mencionado.
 
Aparte de que también podamos interpretarlo en términos ideológicos, creo que ahora has introducido algo que sí es importante en tu trabajo (y me atrevería a decir en ti mismo): el sentido del humor.
Sí, desde luego que sí. En mi trabajo y en mí mismo, que soy bastante payaso. Seguramente esté tan influenciado por Faemino y Cansado, los Monty Python o South Park que por cualquier otro artista contemporáneo. El humor me parece de lo más brillante que tiene el ser humano. Está claro que hay humor que no aporta nada, tipo Aquí no hay quién viva, pero en general resulta, más allá de lo lúdico, una manera de trillar la realidad imprescindible: lo lúdico es una manera de trillar la realidad en sí mismo. Me interesa el humor como algo más que una secuencia de signos graciosa y lúdica. A no ser que la secuencia sea muy, muy, muy graciosa.

¿Para qué buscas una comisaría?
Para hacer una especie de fiesta anodina. Quería grabar el guateque de Desayuno con diamantes de otra manera. En el dvd esa escena se llama Copas a las seis, así que quería hacer una fiesta a las seis e invitar a mis amigos de Valencia. Quiero que la gente fume muchos pitillos y no tome ninguna copa, pero titularlo Copas a las seis. Si falla la comisaría el plan “B” –que tengo que reconocer que en realidad fue el plan “A”- es dar la fiesta en una tienda pakistaní o egipcia. De paso conectará con el trabajo que va a haber en el centro (los pesos de famosos en materiales vulgares) porque quería comprar las cosas en comercios de inmigrantes de Vitoria.

Explica de qué va lo del peso de famosos...
Empezó como obra para una exposición colectiva sobre el hecho de la fama. Como estaba trabajando en Valencia mandé a mis amigos de Pamplona al supermercado a comprar 78 litros de agua y llevarlos a la galería. El título era “el peso de Kirk Cameron en garrafas de agua mineral”. Bueno, era una reflexión festiva sobre la ficisidad de los famosos. El propio peso de su cuerpo, de sus huesos, de su páncreas, de su intestino delgado como contraposición a su dimensión simbólica. Resulta pop y minimal y, desde luego, ninguna de las dos cosas. Me interesaba como instalación en el espacio y como estudio espacial del personaje famoso. Hay una dialéctica irreconciliable entre el tema más físico-científico (¿cuánto pesan las cosas?) y el hecho en sí, que es de todo menos científico. Entre lo abstracto y Kirk Cameron, tan cargado de atributos para el subconsciente colectivo, sobre todo si el colectivo es de la era Super pop.
Jugué mucho con los materiales, con la madera, la leche, el tetra-brik, la lata… pero no creo que sea puro formalismo sino añadir un arma más, sumarle significaciones al resultado.
¡Ah! volviendo a lo anterior, me han denegado definitivamente el permiso para grabar en una comisaría. El mismo día que me lo dijeron pensé que tenía que grabarlo ya y aproveché que fue mi cumpleaños para mezclar el guateque con mi fiesta de cumpleaños. Y ni siquiera lo hice en una tienda pakistaní, porque no me gustaba la falta de espacio. Finalmente lo he grabado en un pasadizo bastante aburrido en el que se juntan para hacer break-dance.

Siempre positivo. Al final has reconvertido el proyecto y estas contento: ¿o no?
Sí, estoy contento. Pero de verdad, el proyecto tenía muy poco de proyecto. Tenía claro lo que quería hacer pero no sabía dónde ni cómo iba a salir. Yo veía las escenas de la película una y otra vez y sabía que eran carnaza para trabajar pero no sabía el resultado. Ahora que lo tengo todo veo que así era. Roto el sentido de la película resultan unas acciones tremendas y descolocadoras. Y en esta entrevista según voy hablando contigo van pasando cosas y se rompe con esa dinámica de tengo una idea > pienso cómo materializarla > la materializo > la explico. Trabajar sin controlar las cosas me funciona. Me ayuda a caminar por terrenos pantanosos y la entrevista está marchando paralela.
Otra cosa que no tenía muy controlada era quién iba a acudir al rodaje y qué iba a llevar puesto. Faltó mucha gente que esperaba y vino alguno que no tenía ni idea de qué iba la historia, pero ni idea. Y creo que se nota en el vídeo. ¡Ah!, también fue un bonito cumpleaños.

¿Es esto lo que muestras en el Artium?
Sí. He intentado no buscar un orden de regusto minimal en cuanto a las formas y estilos. Es muy mercadillero. Tampoco hay un orden conceptual. He trabajado en varias direcciones y ahora se trata de que todo funcione bien junto, con sus armonías y disonancias. Cada pieza añade información a las de alrededor. Funcionan por separado pero en el montaje se van sumando datos unas a otras, abriendo unas vías y cerrando otras, oscilando, alterando la lectura de unas a otras con preguntas tipo “pero, ¿ésto va en serio?, si esto otro era claramente en broma…”. Mañana por la mañana empieza el montaje in situ, dónde empezará otro tipo de trabajo… espero que sea divertido.



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